Ramón Enrique Gaviola
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Nadie es profeta en su propia tierra” es un refrán ampliamente conocido, de origen bíblico, que lamentablemente aplica para Ramón Enrique Gaviola, científico argentino. Realizó grandes aportes a la física y la astronomía mundial, así como al desarrollo de la ciencia argentina. Repasaré algunos aspectos principales de su vida, esperando que este artículo sirva como disparador para investigar aún más sobre su persona.

Primeros años

Ramón Enrique Gaviola nació el 31 de Agosto de 1900, en Rivadavia, Mendoza, Argentina. Cursó sus estudios de bachiller en el Colegio Nacional de Mendoza, actualmente denominado “Colegio Nacional Agustín Álvarez“. En marzo de 1917 decidió estudiar ingeniería en la Universidad de la Plata (actual Universidad Nacional de La Plata, La Plata, Buenos Aires). Allí conoció a Richard Gans (físico alemán), profesor con quien mantuvo una gran relación. Al comentarle sus deseos de dedicarse a la física y no a la ingeniería, Gans le recomendó estudiar ciencias en el extranjero, preferentemente, en Alemania. Así, el joven Gaviola obtuvo su título de Agrimensor en dicha casa de estudios en 1921 y luego partió hacia Europa.

Sus años como estudiante en Alemania

Enrique Gaviola llegó a Göttingen, Alemania, en abril de 1922. Allí estudió en el instituto de Richard Pohl durante tres semestres. En agosto de 1923 se instaló en Berlín, y continuó con sus estudios de física. Realizó su trabajo de tesis sobre fluorescencia con Peter Pringsheim, el cual finalizó a fines de 1925.

La libreta que todos desearíamos tener

Tanto en Göttingen como en Berlín cursó sus estudios con grandes personalidades de la física del siglo XX. Por ejemplo, en Göttingen tomó el curso de Geometría Analítica con Emmy Noether, el curso de Radiactividad con James Franck y el curso de Teoría Cinética de la Materia con Max Born. En Berlín, todo fue mucho más tranquilo… Cursó Teoría del Calor con Max Planck, Física Matemática con Max von Laue, Teoría de la Relatividad con Albert Einstein, Ionizaciones y radiación corpuscular con Lise Meitner, entre otros.

Sus libretas como estudiante en Alemania generan una especie de envidia (sana) para los apasionados de las ciencias naturales.

Libreta de Enrique Gaviola durante su estadía en Göttingen. Pueden leerse algunos nombres como Emmy Noether, Prof. (James) Franck, Prof. (Max) Born, entre otros. Sencillitos los cursos. (Imágenes tomadas de Bernaola, 2001).
Libreta de Enrique Gaviola durante sus estudios en Berlín. Pueden leerse algunos nombres como Prof. (Max) Planck, Prof. (Max) Von Laue, Prof. (Richard) Von Mises, Prof. (Albert) Einstein, Prof. (Walther) Nernst, Prof. Lise Meitner. Semestres pesados sí los hay. (Imágenes tomadas de Bernaola, 2001).

Enrique Gaviola asistió a su ceremonia de graduación como Philosophiae Doctoris et Artium Liberalium Magistri el 6 de junio de 1926, la cual, según sus propias palabras:

(…) me produjo profunda impresión, con el espaldarazo del Rector había sido armado caballero andante de la Física. Pronto empecé a librar combates singulares contra la farsa, la corrupción, el fraude y el atraso en la Física, en la Química y en la Astronomía, primero en Estados Unidos y después en la Argentina. Por supuesto, en la mayoría de los casos salí “descalabrado”.

Enrique Gaviola, 1978 (citado en Bernaola, 2001)

Sus años en Estados Unidos

El 22 de junio de 1927 el International Education Board le otorgó una beca a Enrique Gaviola para investigar en los Estados Unidos. Conseguirla no fue sencillo: si bien Gaviola obtuvo la calificación más alta entre los postulantes, no era norteamericano ni europeo, y por ello, no se le podía otorgar una beca. Ante la negativa, Einstein escribió una carta recomendando a Gaviola, y fue gracias a esto que el International Education Board concedió por primera vez una beca a un sudamericano.

Durante 1927 Gaviola trabajó la Johns Hopkins University, Baltimore, en diversos trabajos teóricos y experimentales, como espectroscopía del Mercurio. Luego, en 1928, se trasladó a Washington para trabajar en la Carnegie Institution en técnicas de vacío y de alta tensión (Bernaola, 2001). Además, se desempeñó como físico asistente del Departamento de Magnetismo Terrestre en dicha institución, hasta mediados de 1929.

En 1928 Gaviola publicó un artículo en Nature que se considera de gran importancia ya que constituye, junto con otros trabajos, uno de los antecedentes de la tecnología láser. Lleva el título de “An Experimental Test of Schrödinger´s Theory“, y en él realiza una crítica a la teoría de Schrödinger, basándose en experimentos llevados a cabo con vapor de Mercurio.

Con tan sólo 29 años, el joven Gaviola era ya una figura de renombre internacional (Bernaola 2001), sin embargo, en su país natal era casi un desconocido.

El regreso de Enrique Gaviola a la Argentina

Enrique Gaviola regresó a la Argentina en 1931 para dictar clases en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Gaviola había realizado un análisis meticuloso sobre las condiciones en las que se encontraban la ciencia y la educación argentina para ese entonces, y es por ello que regresó a su país con la intención de implementar proyectos para mejorarlas.

A modo de ejemplo, en la UBA dictó por primera vez Electromagnetismo, Termodinámica de la Radiación, Teoría Cinética y Teoría Cuántica, que hasta entonces no figuraban en el plan de estudios (Westerkamp, 1975 citado en Bernaola, 2001). Logró además que la biblioteca de la facultad se suscribiera a 16 revistas de investigación.

Gaviola tenía una actitud altamente ética no solamente en lo que respecta a ciencia, sino como ciudadano y persona. Y exigía también esta misma actitud en los demás. Según Bernaola,

Su ética e inflexibilidad eran quijotescas. Seguramente fue la razón por la que tuvo tantos opositores y verdaderos enemigos en los años que sobrevendrían. Explica, también, por qué muchos de sus proyectos y reformas, que eran excelentes y estaban basados en análisis minuciosos y medulares, no llegaron a concretarse. (…) Gaviola fue también universalista. Creía en el hombre, independientemente de su raza, religión o ideas políticas. Era de mente amplia y trataba de vincular ciudadanos de diferentes países, utilizando la ciencia como vehículo.

Omar A. Bernaola, 2001:164

Los Diez Mandamientos del Método Científico según Gaviola

Como ejemplo de esta actitud ética, transcribo los que eran los Diez Mandamientos del Método Científico, que Gaviola siempre les recordaba a sus estudiantes:

  1. No robarás
  2. Intentarás refutarte
  3. No fabricarás tus datos, ni mejorarás tus resultados retocando placas o películas
  4. No engañarás en la demostración de tus teoremas
  5. No ocultarás información
  6. No dejarás de investigar problemas que puedan molestar a “the powers that be”
  7. No recurrirás al argumento de autoridad
  8. Al hacer un experimento, no tratarás de demostrar la bondad de una teoría o modelo, sino su invalidez
  9. Al exponer un resultado experimental, no forzarás los límites de validez de la teoría o modelo para obtener un mejor acuerdo
  10. No enviarás un trabajo antes de levantar todas las objeciones que tu y otro hagan al mismo

Seguidores de Paul Feyerabend, abstenerse1.

Enrique Gaviola, el Observatorio Astronómico de Córdoba y otros aportes a la Argentina

A inicios de la década del ´40, Gaviola fue convocado para trabajar en el Observatorio Nacional (actual Observatorio Astronómico de Córdoba, OAC). Aunque su formación en Alemania fue principalmente teórica, convencido de poder colaborar con el desarrollo de la ciencia en la Argentina, viajó nuevamente a los Estados Unidos para aprender el arte (y ciencia) del desarrollo de telescopios reflectores. Fue allí donde ideó un método para el recubrimiento de la superficie de los espejos utilizados para este tipo de telescopios, disminuyendo el tiempo de trabajo para la elaboración de los mismos. Esta técnica fue empleada para la preparación del espejo de 200 pulgadas de diámetro de Mount Wilson, California.

Enrique Gaviola y John Strong al finalizar el aluminizado del espejo de 200 pulgadas de Mount Wilson, en 1935. (Imagen tomada de Bernaola, 2001).

Gaviola estuvo a cargo de la dirección del Observatorio Astronómico de Córdoba durante los períodos 1940 – 1947 y 1956 – 1957. En estos años participó en la construcción de la Estación Astrofísica de Bosque Alegre y logró conseguir dedicación exclusiva para personal y científicos que trabajaban en el mismo. Fue en este mismo ámbito científico en donde se formaron grandes personalidades de la ciencia argentina, como Mario Bunge, Ernesto Sábato y José Antonio Balseiro.

No solamente fueron años fructíferos para el OAC. Gaviola fue fundador de la Asociación Física Argentina (AFA) en 1944, una de las primeras sociedades científicas latinoamericanas dedicada a la física. Además, impulsó la creación del Instituto de Matemática, Astronomía y Física de la Universidad Nacional de Córdoba en 1956.

El “Caso Richter” y su crítica al “the powers that be” de entonces

Como mencioné anteriormente, Gaviola tenía una actitud altamente ética y expresaba sus opiniones fundamentadas en evidencia y análisis de cada situación. Es así como a partir de 1949 se constituyó en la casi solitaria voz que (…) denunciaba públicamente la estafa del caso Richter en la isla Huemul de Bariloche2 (Bernaola, 2008). El proyecto llevado a cabo por Richter en Argentina contaba con total apoyo del Presidente de la Nación de entonces, Juan Domingo Perón.

En 1955, años después que el proyecto de Richter fuera cancelado, Gaviola contó cómo fue su “combate como caballero andante de la Física” en este caso. Cansado de acudir a las vías oficiales para solicitar una cuota de racionalidad, su movida siguiente fue la burla en su informe como presidente saliente de la AFA. Cuenta al respecto:

El Presidente saliente de la AFA (refiriéndose a sí mismo) en su memoria correspondiente al bienio 1948 – 1950, se burló de la farsa de Bariloche. Si la información honesta no hacía efecto, tal vez lo hiciera la burla. La revista científica argentina a la que se pidió la publicación se negó a hacerlo. Desde luego, si se hubiera publicado, el ex presidente de la AFA hubiera ido a la cárcel y la revista hubiera sido clausurada; pero ¿cuántos meses más hubiera durado la farándula de Huemul ante el escándalo científico internacional?

Enrique Gaviola, 1955 (citado en Bernaola, 2001)

CNEA, Instituto Balseiro y sus últimos años

En 1953 Enrique Gaviola fue contactado para trabajar en la dirección de la Planta de Altas Temperaturas, en Bariloche, dependiente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Durante ese mismo año, Gaviola presentó un proyecto educativo para la formación de físicos e ingenieros en la Argentina, con sede en Bariloche. Aunque este proyecto no llegó a ver la luz, fue uno de los antecedentes para la creación del actual Instituto Balseiro. Desde 1963 trabajó en estrecha relación con la CNEA y durante 1963 hasta su jubilación en 1970 formó parte del plantel docente del Instituto Balseiro.

Enrique Gaviola falleció en su Mendoza natal, el 7 de Agosto de 1989.

El reconocimiento tardío y algunas otras conclusiones

El 24 de octubre de 2008 en Mendoza se le dio el nombre Ramón Enrique Gaviola a la escuela N° 3 – 406. También, el 18 de Abril de 2018 se inauguró el Centro Regional de Educación Superior “Dr. Enrique Gaviola” en Rivadavia, Mendoza, su ciudad natal. Estos constituyen actos de reconocimiento y justicia para con Gaviola.

Sin embargo, sus aportes a la ciencia nacional y mundial, su personalidad y su pensamiento son pocos conocidos entre los ciudadanos de la provincia de Mendoza, y me atrevería a decir, de la Argentina. Al indagar sobre la vida de Gaviola uno se sorprende no haberlo conocido antes, no haber escuchado su nombre en las escuelas y recién oír, con suerte, sobre él en años avanzados de la universidad.

Al leer sus escritos, informes y proyectos es inevitable comparar el estado de la educación y la ciencia argentina entre las décadas del 40 y el 80 con el estado actual de estas. Algunas de sus predicciones resultaron ciertas, otras no tanto. Leerlo es una invitación a pensar, a enojarse con él, a reírse por su manera de enfrentar autoridades y sorprenderse por su valentía al defender su postura. Creo que esto es otra de las cosas importantes que Gaviola nos dejó: el pensar constantemente. Por eso debemos agradecerle y recordarle eternamente.

Dedicado a todos aquellos profesores que actúan como Gaviolas en el presente. Sus improntas, consejos, batallas ganadas y perdidas son un ejemplo para las generaciones que venimos detrás.

Notas

1Paul Feyerabend (1924 – 1994) fue un filósofo de la ciencia que postuló el anarquismo epistemológico. Resumidamente, sostenía que no existe un método científico universal, así, argumentaba que no se puede considerar a la ciencia como la forma ideal de adquirir conocimiento.

2El Proyecto Huemul fue un proyecto científico llevado a cabo por Ronald Richter. La finalidad del mismo era la obtención de energía a partir de la fusión nuclear controlada. Se desarrolló en la Argentina durante 1949 y 1952. Pronto, por este mismo canal, tendrá la historia completa.

Bibliografía consultada
  • Bernaola, Omar A. (2001). Enrique Gaviola y el Observatorio Astronómico de Córdoba. Su impacto en el desarrollo de la ciencia argentina. Ediciones Saber y Tiempo. Buenos Aires, Argentina.
  • Bernaola, Omar A. (2008). Ramón Enrique Gaviola, un mendocino muy singular. Columna de opinión publicada en el Diario Los Andes. Disponible en: https://web.archive.org/web/20130610044459/http://www.losandes.com.ar/notas/2008/11/14/opinion-392327.asp
  • Gaviola, R. E. (1928). An Experimental Test of Schrödinger´s Theory. Nature. Vol. 122: 722.
  • Artículo de la Dirección General de Escuelas (DGE) de la Provincia de Mendoza. Con el nuevo Centro Regional “Dr. Enrique Gaviola” crece la educación superior en Mendoza. Disponible en: https://www.mendoza.edu.ar/con-el-nuevo-centro-regional-dr-enrique-gaviola-crece-la-educacion-superior-en-mendoza/
  • Artículo de EcuRed. Ramón Enrique Gaviola. Disponible en: https://www.ecured.cu/Ram%C3%B3n_Enrique_Gaviola

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María Clara Zonana
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Reciente Profesora en Cs. Básicas con orientación en física. Terminando la Licenciatura. Apasionada de las ciencias naturales, la historia de la ciencia y la epistemología. También me gusta pintar. Mendoza, Argentina.

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